A los primeros síntomas de primavera
Llegan los jubilados
A La Plaza de Armas de Santiago de Chile
Y se sientan en los escaños de fierro
Con una pierna arriba de la ora
A disfrutar del aire transparente
Bajo una lluvia de palomas grises.
Los jubilados viven en simbiosis
Con esas aves de color temblor:
Ellos la corroboran con maní
Y ellas
a picotones amistosos
Les extraen la carne de las muelas.
Los jubilados son a las palomas
Lo que los cocodrilos a los ángeles.
Obra gruesa, La camisa de fuerza -- 1962-68.
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