Aprovecho la hora del amuerzo
Para hacer un examen de conciencia
?Cuántos brazos me quedan por abrir?
?Cuántos pétalos negros por cerrar?
!A lo mejor soy un sobrevivente!
El receptor de radio me recuerda
Mis deberes, las clases, los poemas
Con una voz que parece venir
Desde lo más profundo del sepulcro.
El corazón no sabe qué pensar.
Hago como que miro los espejos
Un cliente estornuda a su mujer
Otro enciende un cigarro
Otro lee Las últimas Notícias.
!Qué podemos hacer, árbol sin hojas
Fuera de dar la última mirada
En dirección del paraíso perdido!
Responde, sol oscuro
Ilumina un instante
Aunque después te apagues para siempre.
Versos de salón -- 1962.
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